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Manifiesto

Durante los días 7 y 8 del 2018, con la participación de más de 70 delegadas y delegados de diferentes puntos del país, hemos realizado el Primer Congreso Ordinario del Movimiento Alternativa Progresista (MAP). Durante estas jornadas de enriquecedores debates y planteamientos, analizamos la situación política, económica y social por la que atraviesan los pueblos del mundo y en particular el pueblo paraguayo. A partir de este análisis hemos decidido constituirnos en Partido Fuerza Común, con el firrme propósito de aportar a la unidad en la diversidad de todos los sectores populares, en especial de los sectores de los que nos reconocemos parte: las y los trabajadores jóvenes y adultos del campo y la ciudad, mujeres en la lucha feminista, estudiantes, comunidad LGBTIQ+ y todos aquellos sectores sociales que luchan por una sociedad más solidaria. Desde ese momento somos Fuerza Común, porque nos identificamos con el ciudadano y la ciudadana comunes, formamos parte de los miles y millones de comunes que con su fuerza día a día sostienen este país, mediante su esfuerzo y su trabajo.

 

Estamos seguros de que esa fuerza es la que podrá transformar todo lo que necesite ser cambiado para construir un Paraguay justo, donde todas las personas tengan garantizados sus derechos fundamentales, como el acceso al empleo digno, a tierra, salud, educación, y donde se ponga fin a todo tipo de violencia o discriminación por razones de género. Expresamos nuestra solidaridad con todos los pueblos del mundo que hoy luchan contra el carácter criminal y asesino del capitalismo, que solo ha llevado guerra y destrucción a todos los rincones del planeta. En particular enviamos nuestro apoyo a los pueblos de América Latina que resisten contra los embates del neoliberalismo, que pretende volver a instalarse en la región mediante la violencia y la persecución a dirigentes populares valiéndose de una justicia venal. 

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Entendemos que para conquistar la patria que soñamos es necesario que luchemos junto a aquellos que tienen el mismo anhelo, por ello ratificamos nuestro carácter unitario y apostamos fuertemente al Frente Guasu, a la que consideramos la principal herramienta política con la que cuenta hoy nuestro pueblo para luchar por sus reivindicaciones. Llamamos a dirigentes y militantes a construir un FG cada vez más unido y más cercano a nuestro pueblo, acompañando las luchas de los sectores excluidos, presente en las calles y movilizado junto a quienes reclaman sus derechos; así, entendemos que para garantizar el fortalecimiento de esta concertación unitaria es necesaria su apertura a una mayor participación de las bases frentistas, superando la falsa idea que la democracia es solo votar cada cinco años. Ratificamos también nuestra condición de luchadoras y luchadores por el socialismo, por el feminismo, por el cuidado del medio ambiente y la justicia social. Somos parte de la clase obrera explotada, de las campesinas y campesinos que luchan por la tierra y por la producción nacional, de las mujeres que luchan contra el patriarcado, de los y las estudiantes que reclaman una educación pública, gratuita y de calidad, de las comunidades sexo-genero disidentes; en síntesis, nos ponemos del lado del pueblo que hoy ve como una pequeña cúpula oligárquica se lleva las riquezas y recursos del país mientras miles de paraguayas y paraguayos son explotados y oprimidos sin poder acceder a derechos fundamentales. 

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Al tiempo de declararnos feministas, reivindicamos como nuestras las banderas de las mujeres que luchan por el fin del patriarcado y el capitalismo, y nos disponemos a combatir las prácticas machistas dentro y fuera de nuestra organización. 

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Entendemos que la lucha por un Paraguay nuevo, con justicia y derechos para todos y todas no será una tarea fácil, pero asumimos esa tarea con la fuerza y el legado de las resistencias de los pueblos originarios y la India Juliana, de la Revolución Comunera, de los gobiernos patrióticos de Francia y los López, de quienes defendieron la patria en la Guerra Grande, de quienes a lo largo de la historia de nuestro país han dado la vida por la causa de la liberación de nuestro pueblo del yugo de la opresión y la miseria. 

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Todos aquellos que lucharon por un Paraguay sin opresores ni siervos provinieron del pueblo común: hoy su fuerza, nuestra fuerza, la fuerza del pueblo logrará conquistar nuestros sueños y anhelos de una patria para todos y todas.

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